Las creencias se aprenden, en teoría el hombre puede llegar a ellas por si sólo, más en la práctica no lo conseguiría. Las creencias se transmiten, y por eso las vemos diferentes según cada época y lugar, esto más que demostrar la relatividad de las creencias, muestra la dificultad y lo delicado para formar unas buenas creencias que es el objeto de la educación y sobre todo de una verdadera formación integral.
Existen diferencias entre creencias, actitudes, valores, normas y convicciones: en las creencias lo propio es lo cognitivo; en las actitudes, lo volitivo; en los valores, lo afectivo; en las normas, el objetivo y en las convicciones, todo ello a la vez. Como comunidad educativa Bethlemita hemos formulado las siguientes creencias.
- Creemos que la persona es capaz de comprender, interpretar, aprender y transmitir valores, conocimientos, vivencias. Significativos para ella y para el medio donde vive. Creemos en una persona que busca relacionarse con un "ser superior" que le da sentido a su vida presente y futura y a la de los demás.
- Creemos que con nuestro trabajo de "formación integral" participamos activamente en la "misión evangelizadora de la iglesia", en la extensión del reino de Dios y en el mejoramiento de la sociedad colombiana.
- Creemos en NUESTRA SEÑORA DE BELÉN, como modelo del hombre y mujer orante que orienta, anima y muestra el camino para llegar a Jesús.
- Creemos que la "formación Bethlemita orienta procesos que llevan al crecimiento de los estudiantes como personas y al desarrollo de su propia vocación.
- Creemos que el ejemplo de Pedro de Betancur y María Encarnación Rosal, comprometen el desarrollo de la pedagogía del amor, de la acogida, de la sencillez, de la sensibilidad, del servicio misericordioso, como el clima propio para la formación personal, espiritual y comunitaria de los estudiantes.


- Creemos que una familia "adulta de calidad" comprometida en la formación de sus hijos, forjadora de valores humanos y cristianos, que de continuidad a los procesos iniciados en el colegio; que contribuya al desarrollo integral de los hijos; solidaria con la institución mediante una permanente integración y participación en su "ser o hacer".
- Creemos en la importancia de desarrollar competencias cognitivas, afectivas, comunicativas y expresivas que faciliten al estudiante su integración social, su desarrollo intelectual y técnico y que le posibilite un desempeño de calidad.
- Creemos en un educador, "adulto de calidad", que desempeñe su labor guido por valores evangélicos y que enseñen más con su vida que con la ciencia; un educador que se acerque al ideal de Mario Peresson: "Todo profeta es un educador y todo educador cristiano está llamado a ser un profeta". Necesitamos profetas que asumamos la educación como un medio para enseñar a vivir, a defender la vida, a anunciar a Dios misericordioso y solidario con el hombre, a dar la vida.
- Creemos en la importancia de formar en los estudiantes una conciencia ecológica que los comprometa en la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente, el uso racional de los recursos naturales, apasionados por la calidad de vida y la solidaridad para atender al que sufre por los desastres naturales y la injusticia.
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